martes, 9 de junio de 2009

DENUNCIA ANTE OIT


José Guadalupe Uribe Guevara

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE RELACIONES NACIONALES E
INTERNACIONALES DEL CONGRESO DEL TRABAJO DE MÉXICO

CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO
98ª. Reunión, Ginebra, Suiza, junio 6 de 2009

EL COSTO DE LA CORRUPCIÓN EN LA
GENERACIÓN DEL DESEMPLEO

TEMA que presenta a la Comisión Plenaria sobre Respuestas
a la Crisis, la representación del Congreso del Trabajo de México

La crisis financiera mundial, como todos sabemos, es deflación de los precios internacionales de las materias primas, devaluación de las monedas y revaluación del dólar, colapso financiero con quiebra de bancos y empresas, crisis crediticia con achicamiento del consumo, y oleadas de despidos constantes de trabajadores.
A nombre de los trabajadores de la empresa Jhonson Control, que opera a nivel mundial en la fabricación de autopartes, denuncio desde ésta alta tribuna del trabajo, lo siguiente:
Que la situación financiera impacta para la realización de paros técnicos.
Que se han tenido que efectuar despidos de trabajadores.
Nos quejamos porque la crisis financiera, generada por maniobras de corrupción, nos esta pegando fuertemente.
A nombre de trabajadores de la empresa Opel, el dirigente sindical, Klaus Franz, ha responsabilizado a la casa matriz de General Motors, de este desastre es, entre otros, el director de finanzas de General Motors en Europa, Enrico Digirolamo, que también es miembro del consejo de vigilancia de Opel que emplea en Alemania a 25.000 trabajadores.
Durante 77 años, General Motors, encabezó la industria automotriz. En 2008 con 62 mil trabajadores sindicalizados, tendrá que despedir ahora a 24 mil.
Para salvar el empleo de los 38 mil trabajadores, no despedidos, el gobierno de los Estados Unidos, ha tenido que aportar 50 mil millones de dólares, en tanto que el Estado Canadiense y la provincia de Ontario, 9 mil 500 millones de dólares y se quedan con el 12 por ciento de la empresa, en tanto que el gobierno de los Estados Unidos con el 60 por ciento y del 28 restante no se ha informado como va a quedar.
Mediante la operación estatal “salvataje” la General Motors blanqueará, con fondos públicos mas de 79 mil millones de dólares en deuda. Tendrá un ahorro de miles de millones de dólares despidiendo a los trabajadores… cerrará mas de una docena de fábricas y reducirá su red de concesionarios en un 40 por ciento.
La industria automotriz es integradora de otras empresas que producen las refacciones y materiales que se usan para hacer funcionar cada uno de los vehículos que produce. No es concebible que tengan pérdidas tan millonarias como las que se manejan.
Los trabajadores culpan a la mala administración, salarios altos de los ejecutivos, prestaciones, y derroche de dineros en la mala administración. Pero también hay una serie de componendas con las financieras y la comercialización.
Todo esto tiene una dosis de corrupción, porque los vehículos que producen, no los regalan a nadie. Compiten en los mercados y se venden. Entonces, los trabajadores han acusado los malos manejos por parte de los ejecutivos. Los cálculos no fallan, están armados perversamente para que fallen.
Haciendo un recuento de esta llamada “crisis financiera” y la perversa operación de corrupción, que ha permeado gravemente, tenemos primero, la irradiación de la crisis a los mercados financieros, tras la caída del pulpo financiero Lehman Brothers y del gigante de las telecomunicaciones World Com. Después la baja de las exportaciones e importaciones con caída del consumo y el despido de trabajadores.
El desembolso sin precedentes de 4 billones de dólares realizado por los Estados Unidos, para salvar al sistema capitalista de las quiebras, no ha tenido hasta ahora ningún resultado para salvar la crisis financiera recesiva, ni tendrá resultados positivos, porque ahora los fondos de este rescate están encaminados a una nueva desviación porque no se ha aplicado el remedio preciso.
La violencia genera violencia, la corrupción genera impunidad, y la impunidad cuesta dinero o violencia. Esta versión la vemos en la operación del crimen organizado, y la corrupción es el mecanismo que ha consolidado el resquebrajamiento de las finanzas y consecuentemente se ha convertido en la peor enemiga de la generación de empleos.
El reino de la impunidad es evidente, es el re¬sultado de las argucias de la corrupción. Los culpables no son llamados a reparar el daño. Ni van a reparar el daño nunca.

Hay un dicho en México que usan los malosos para legitimar sus fechorías, este dicho dice “el que no tranza no avanza”. La pa¬labra tranza es referente a una transacción de corrupción que es el arreglo o reparto del fruto obtenido aparentemente en la legali¬dad.

La corrupción ha permeado en todos los ámbitos de la so¬ciedad como el virus mas maligno de las economías y de las fi¬nanzas. Se debe tipificar como delito grave en la legislación penal de todas las naciones, en la figura de delincuencia organizada, y castigar severamente a los involucrados.

Es crimen organizado porque los jueces corruptos liberan a los delincuentes mediante una gratificación. Los compradores de las empresas, reciben una gratificación por comprar mas caro o por simplemente por aceptar al proveedor. Los políticos se asig¬nan sueldos elevados, especulan con la información oficial y se otogan jugosas concesiones. Nuestros compañeros sindicalistas, venden los contratos colectivos, realizan las negociaciones con los emplea¬dores a espaldas de los trabajadores. Los empleadores buscan la negociación corrupta para tener contento al dirigente sindical y ahorrarse el pago de mejores salarios y prestaciones.

Todo esto y lo que nos faltó, nos deja ver este cuadro patéti¬co que les voy a presentar:

Trabajadores pobres 1,300 millones
Desempleados 190 millones
Jóvenes en busca de empleo mas de 500 millones
Sin seguridad social 5,300 millones
Sin energía 1,600 millones
Vivienda no decorosa 1,000 millones

En las quiebras de las empresas vemos una derrota al sin¬dicalismo. Una derrota para los que pierden su empleo y para sus familias. Una derrota a los gobiernos y a las naciones que concluye con la reparación de los daños económicos con los dineros publicos.

Al igual que el programa de difusión que ha implementado la OIT para concientizar a la sociedad sobre el trabajo forzoso y la trata de personas, es necesario establecer un programa de difu¬sión para concientizar a sindicalistas, trabajadores y empleadores y gobierno sobre la dignificación sindical. Una fuerte campaña para combatir la corrupción debe ser el fundamento de las nuevas políticas públicas, privadas y sociales en materia de empleo.

En México, hablar de sindicatos es hablar de corrupción, ha¬blar de dirigentes sindicales, es hablar de millonarios que junto con los empleadores, disfrutan los dineros que les corresponden a los trabajadores. Pero el fenómeno es mundial, hay corrupción sindical en la mayoría de las naciones.

La corrupción en los sindicatos es la principal enemiga del sindicalismo mismo y del empleo.


Los invito a todos los compañeros, a combatir la corrupción. Invito a la OIT, a iniciar una gran campaña en contra de la corrup¬ción, invito a los empleadores y a los gobiernos a involucrarse para combatir esa dañina práctica de la corrupción.

Es necesario que en el Pacto Mundial para el Empleo que nos proponemos a firmar, tenga especial relevancia este tema.

Solidariamente.
José Guadalupe Uribe Guevara

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